Skip Repetitive Navigation Links

Presidente Frank D. Sánchez
Estado actual de la universidad - septiembre de 2020


TEMAS:
RESILIENTES en nuestra RESPUESTA
AUDAZ en nuestra VISIÓN y
UNIDOS en nuestro COMPROMISO

Cordial saludo y muchas gracias por acompañarme en este discurso sobre el estado de la universidad del año en curso 2020.
Sé que todos hemos permanecido frente a una pantalla por una cantidad de tiempo considerable y, por lo tanto, en lugar del típico discurso de 40 minutos sobre el estado que atraviesa la universidad, he resumido los comentarios de este año a solo 25 minutos.
Como es costumbre anual, iniciamos este discurso felicitando a los profesores que han sido galardonados con la distinción de profesores eméritos. Y cada uno de nosotros en la comunidad de RIC no podríamos estar más orgullosos de:

  • Barbara Anderson, Profesora de Psicología
  • Roger Clark, Profesor de Sociología
  • Krisjohn Horvat, Profesor de arte
  • McGregor Kniseley (Nysely), Profesor de Educación Primaria
  • Robin Montvilo, Catedrático de Psicología
  • Ann Moskol, Profesora de Matemáticas e Informática

También dos miembros del cuerpo de profesores, recibirán el estatus de emérito póstumo.
Edythe Anthony, profesora de biología y decana auxiliar de artes y ciencias, y
Rachel Filinson, profesora de sociología.
Por favor honremos y recordemos todo su servicio a la comunidad del campus universitario.

Además de nuestros miembros eméritos, hay 26 docentes que han sido premiados con la titularidad y promovidos a los rangos mayores como profesores universitarios. Y este año, por primera vez, reconocemos a 11 miembros del cuerpo de docentes que constantemente han superado los más altos estándares de desempeño dentro de la academia. Los invito a ver una presentación especial después de mis comentarios y unirse a mí para conmemorar con ellos sus logros sobresalientes y su servicio a Rhode Island College.

Ahora, permítanme darles reconocimiento a algunos de nuestros colegas más nuevos en la universidad y otros que han asumido nuevos roles.

Este verano, en medio de la planificación para la reapertura de otoño, dos líderes académicos se unieron a nuestra comunidad universitaria. Ellos son:

Helen Tate, se unió a RIC en julio como la nueva rectora y vicepresidenta de Asuntos Académicos.

Carolynn Masters, se unió a nosotros como la nueva decana de la Escuela de Enfermería, mientras que la facultad celebra sus 50 años.
Ambas ya han comenzado con fuerza en sus respectivas labores y su sobresaliente liderazgo ya es evidente.
También agradezco su disposición para ocupar los siguientes cargos, proporcionando un liderazgo vital y oportuno a medida que la universidad avanza, a:

Alema Karim, recientemente nombrada decana provisional de la escuela de negocios

y

Ducha Hang, quien ahora se desempeña como vicepresidente provisional de éxito estudiantil, luego de que el mismo cargo lo haya ocupado Eric Rivera durante un año.

Permítanme también aprovechar este momento para reconocer a Sue Pearlmutter por su tremendo servicio como Rectora provisional durante los últimos dos años. Estoy agradecido por sus esfuerzos y ahora, estoy particularmente agradecido por su continuo trabajo mientras nos preparamos para nuestra visita de acreditación nacional NECHE en marzo del 2021.

La universidad ha tenido un liderazgo excepcional del presidente del consejo de RIC, Vince Bohlinger, y de todo el consejo, mientras nos disponemos a superar la crisis de salud y presupuesto. Confío que bajo el liderazgo del presidente Bohlinger, en asociación con la administración, mejoraremos los procesos de consulta, aportes y orientación de los profesores, puesto que ahora contemplamos un presupuesto desafiante para el 2022.

Del mismo modo, Erik Christensen, ha sido un gran defensor de los miembros de RIC/AFT (sindicato de profesores) al tiempo que progresaba en las soluciones, ideas y enfoques para abordar numerosos problemas. Estoy agradecido con Vince y Erik por su franqueza, orientación y aportes mientras nos reuníamos para navegar aquellas aguas inexploradas que se avecinan.

También hemos trabajado en estrecha colaboración, con nuestro Consejo 94 y los sindicatos de la Asociación de Personal Profesional en decisiones críticas que enfrenta la universidad y les agradezco su apoyo mientras respondemos a una variedad de problemas importantes.
Dando frente a la Fundación Rhode Island College, no podría estar más encantado de dar la bienvenida a Alan Chille, como nuevo presidente de la Junta. Alan es el gerente general de Providence Performing Arts Center. Y aunque es nuevo en su puesto en la junta, no es nuevo en la universidad. Es un ex alumno, un importante donante y un ferviente partidario del trabajo que hacemos todos los días. ¡Muchas gracias Alan!

También quiero extender un agradecimiento especial a la Asociación de Antiguos Alumnos de RIC por su constante apoyo e integración activa de nuestros 65.000 ex alumnos. No hay nadie más adecuado para liderar la presidencia de esta asociación que Michael Smith, quien se jubiló este año después de dos décadas y media de servicio a nuestra universidad. Estoy encantado de que Michael continúe con nosotros haciendo avanzar nuestra institución mediante la construcción de estas conexiones esenciales con nuestros ex alumnos en todo el estado, la nación y el mundo.
2020 ya ha sido un año como ningún otro. Una tormenta perfecta de abrumadores desafíos sanitarios y económicos, los cuales han puesto a prueba a nuestra comunidad, interrumpiendo la forma en que cumplimos nuestra misión académica, limitando nuestros recursos disponibles y obstaculizando los esfuerzos para ayudar a nuestros estudiantes a tener éxito.

Sin lugar a dudas, nuestro entorno actual ha presentado una variedad de desafíos educativos, operativos, financieros y culturales que han hecho enlentecer nuestro progreso como una de las universidades públicas líderes en la región.

Por favor, presten atención cuando digo que definitivamente no estamos solos en estas dificultades. Hoy, las instituciones de educación superior de todo el país, están ejecutando planes que prepararon hace meses para cumplir con sus misiones de enseñanza y aprendizaje en respuesta al COVID-19.

Al igual que RIC, muchos de ellos están adaptando nuevas prácticas predominantemente remotas; monitoreando el contagio, apoyando el sistema de pruebas y gestionando la mitigación. A diferencia de otras escuelas en todo el país, no hemos tenido que descartar nuestros planes de apertura del otoño como repercusión de este virus impredecible. Y si bien algunas instituciones ahora están contemplando cerrar permanentemente sus puertas por el impacto económico, nosotros no lo haremos.

A primera vista, basado en el entorno cambiante combinado con el impacto de la disminución en las inscripciones, los serios desafíos presupuestarios, las desigualdades raciales y el aumento de la ansiedad, el miedo y el dolor en nuestra comunidad, algunos podrían concluir que el reporte del estado de Rhode Island College es, en el mejor de los casos, incierto y, en el peor de los casos, descontrolado.

Sin embargo, creo que cualquier comentario de que nuestra universidad ha perdido su enfoque o está fuera de control, subestima la fuerza de nuestra comunidad o desconoce el creciente número de estudiantes, profesores, personal, ex alumnos y amigos, que ya se han movilizado para asegurar el éxito de nuestra institución mucho más allá de la pandemia.

Ciertamente, existen muchas razones por las que Rhode Island College superará la situación actual. Pero hay tres en particular, que me gustaría compartir en este momento:

Primero, esta comunidad universitaria ha sido y siempre será RESILIENTE en nuestra respuesta a un desafío.

Anteriormente se ha dicho muchas veces que el impacto de la pandemia en nuestra economía y la universidad, no tiene precedentes. Aun así, la universidad no podría haber operado eficazmente durante los últimos siete meses sin el extraordinario esfuerzo, esa actitud de “si se puede” y las reuniones entre tantos de ustedes en toda la universidad. La gran cantidad de trabajo que se ha realizado para afrontar estos desafíos es simplemente asombroso.

Desde el inicio de la pandemia, los profesores y el personal de la universidad han trabajado sin descanso. A principios de marzo, el Equipo de Incidentes Críticos, compuesto por representantes de toda la universidad, respondió al COVID-19 con enfoque y propósito y su trabajo nos mantuvo a salvo mientras controlaron aquel virus emergente que se propagó por todo el país y que alcanzó a Rhode Island y al campus universitario.

El cuerpo docente, como corazón de nuestra institución, lideró la transformación académica, reinventando su entrega de contenido y haciendo la transición de casi 1,000 cursos en línea para el 23 de marzo, cuando la universidad hizo la transición a un entorno completamente remoto después de las vacaciones de primavera.
De manera similar, el Centro de Docentes para la Enseñanza y el Aprendizaje se movilizó rápidamente para proporcionar un extenso menú de ofertas para la capacitación y desarrollo profesional de los docentes.

Los talentosos equipos de soporte técnico en informática y comunicaciones web redirigieron sus esfuerzos para hacer posible la transición a la enseñanza, el aprendizaje y el trabajo de manera remota. El equipo de informática, por ejemplo, creó desde cero un nuevo laboratorio de cómputo virtual para ayudar a mantener conectados a estudiantes, profesores y personal.

Los equipos de infraestructura, biblioteca y seguridad pública, de los cuales muchos de sus integrantes nunca dejaron de venir al campus desde la primavera, se aseguraron de que las operaciones de la universidad continuaran. En particular, el equipo de infraestructura desarrolló nuevos y continuos protocolos de limpieza para garantizar un entorno de trabajo seguro e implementar nuevos protocolos de distanciamiento para entornos de trabajo y aprendizaje dentro del campus. Este enorme esfuerzo muestra cómo el personal de nuestra institución ha sido fundamental para preparar nuestro recinto en este nuevo entorno.

Durante este tiempo permanecimos centrados en nuestros estudiantes, cuando más nos necesitaban. A través de contactarlos personalmente, incluidos cientos de llamadas telefónicas y correos electrónicos, los estudiantes sintieron que la universidad se preocupaba por ellos y por su éxito. De hecho, en una encuesta posterior al semestre de primavera, el 97 por ciento de nuestros estudiantes estuvieron de acuerdo o muy de acuerdo en que los profesores se preocuparon por su aprendizaje y progreso, crearon un ambiente acogedor, estimularon el interés en el tema y demostraron un comportamiento profesional y respetuoso.

De manera similar, el equipo de “experiencias estudiantiles en el primer año”, condensó un cronograma de dos años a dos meses, estableciendo orientación virtual para estudiantes nuevos. Este trabajo ahora complementa un nuevo Centro de Estudiantes Potenciales, visitas al campus con distanciamiento social y experiencias deportivas, gastronómicas y de vivienda rediseñadas; las cuales emergieron en primavera y verano.

También evidencié soluciones audaces e innovadoras en cada rincón de la universidad. Como el comité de graduación que lanzó una ceremonia de grados virtual, y reconoció los logros de nuestros 1,527 graduandos; un equipo que encontró una forma distintiva de distribuir cajas personalizadas de regalos de graduación, con el programa de la ceremonia, cintas de honor y diplomas.

Mientras nos preparábamos para la reapertura de la universidad, el equipo de conferencias y eventos se ofreció rápidamente para supervisar la implementación de la iniciativa Anchor Health Ambassadors, un componente vital de nuestro proceso diario de evaluación visual y verbal.

A medida que surgieron serias necesidades financieras para nuestros estudiantes, la Fundación RIC entró en acción para establecer un fondo de Respuesta a Emergencias y así apoyar a los estudiantes con necesidades básicas. En cuestión de semanas, ex alumnos, profesores, estudiantes, personal y amigos donaron $60,000 dólares a modo de apoyar a nuestros estudiantes más necesitados.

Si bien se originaron muchos ajustes en la primavera, reabrimos con éxito en un entorno remoto este otoño, a pesar de las presiones políticas y culturales que compiten por el tiempo para reabrir físicamente.

Juntos y sin dudarlo, anteponemos la salud y la seguridad de nuestra comunidad y demostramos resiliencia en nuestra respuesta a los desafíos que enfrentamos.

La segunda razón por la que superaremos los desafíos actuales es porque Rhode Island College ha sido y siempre será VALIENTE EN NUESTRA VISIÓN. He visto cómo estos siete meses han nutrido aún más nuestro espíritu de innovación y emprendimiento en toda nuestra comunidad. Este momento está impulsando a nuestra comunidad, a mirar más allá de la pandemia que vivimos y las dificultades presupuestarias; en cambio, estamos reinventando y creando nuevas oportunidades y nuevos sistemas que están preparando a Rhode Island College para su éxito a largo plazo.

Ha pasado más de una década desde que la universidad lanzó una campaña publicitaria, pero a principios de este verano, en medio de la crisis, el equipo de promoción y relaciones externas lanzó una AUDAZ campaña multimedia que destacó a Rhode Island College a través de Rhode Island, Massachusetts y Connecticut. Después de más de 19 millones de publicaciones, de las cuales 2,3 millones fueron a través de las redes sociales, hemos aumentado drásticamente la conciencia sobre los programas académicos de alta calidad, el valor y el éxito que tiene Rhode Island College en la preparación de las próximas generaciones de líderes. Además, estamos invirtiendo en nuestro nuevo sitio web, haciéndolo más accesible, atractivo y fácil de usar, para todos los futuros estudiantes que deseen aprender más sobre nuestra universidad.

A pesar de los desafíos financieros, nuestra comunidad está buscando agresivamente nuevos recursos para abordar las necesidades críticas y hacer avanzar nuestra institución.

Ahora, más que nunca, somos firmes en nuestros esfuerzos por modernizar nuestra planta física para las generaciones venideras. En acuerdo con nuestro equipo de Proyectos Capitales, $25 millones de dólares en renovaciones a el edificio Horace Mann están en marcha y continuamos nuestro impulso para obtener el bono de $38 millones de dólares aprobado por el Gobernador para renovar el edificio Clarke Science.

A través de un donativo de $250,000 dólares de la Fundación Champlin en la primavera, la Fundación RIC mejoró nuestra capacidad de transmisión en vivo, expandiendo la versatilidad para enseñar y aprender en un entorno remoto en los próximos años. Por ejemplo, la plataforma de videoconferencia Zoom que utilizamos a diario fue posible gracias al generoso apoyo de la Fundación RIC.

Los ex alumnos y donantes no se quedaron quietos, sino que se unieron y apoyaron nuestra visión, ayudándonos a recaudar $2.3 millones de dólares, distribuyendo $663,236 dólares en becas a 415 estudiantes y brindando $2.7 millones de dólares en apoyo directo a la universidad. Además, se recaudaron más de $270,000 dólares en donaciones planificadas y se establecieron ocho nuevos fondos, que se suman a los activos totales de la fundación, que ahora superan los $33 millones.

Conjuntamente al apoyo filantrópico, la universidad recientemente solicitó y recibió dos ayudas económicas del Departamento de Educación de los EE. UU., (Title III TRIO Grants), por un total de $2.6 millones de dólares. Estos recursos se basarán y asegurarán aún más nuestro Programa de Inscripción Preliminar (PEP por sus siglas en inglés) en los próximos años.

Y aunque durante este tiempo nos enfrentamos al doloroso recordatorio de que la injusticia racial, la violencia, los prejuicios y la discriminación continúan. RIC siempre ha sido una institución de oportunidades. Enseñar, aprender y trabajar en RIC es mantenernos en un estándar más alto, para denunciar esos prejuicios y discriminación, y así honrar y respetar a la humanidad y el potencial de los demás, independientemente del color de piel, identidad, capacidad, edad, religión o nacionalidad.

La justicia social es parte del tejido cultural de RIC y todos estamos llamados a hablar en contra de cualquier forma de injusticia. En concordancia con estos valores, estoy motivado para abordar las profundas condiciones que han sofocado las muchas voces en nuestras comunidades, en todo el estado y en nuestro campus universitario. La educación sigue siendo la mejor arma de prevención en nuestro arsenal y la hemos estado utilizado en las acciones audaces que hemos tomado.

Este año, hubo un mayor interés en la “Iniciativa de Diálogo sobre Diversidad” por parte de nuestra comunidad universitaria, y en conjunto con la Oficina de Diversidad, Equidad e Inclusión y el comité de Dialogo en Diversidad e Inclusión (DDI) están reafirmando las bases para que Rhode Island College pueda convertirse en una institución antirracista.

Nos estamos preparando para invertir y participar en conversaciones significativas sobre la inclusión, fomentando un entorno en el que todos los estudiantes, profesores y personal se sientan valorados, apoyados, animados e inspirados.

Nuestra comunidad también ha tomado medidas rápidas: estableciendo un grupo de conexión para profesores y personal que se identifican como negros, indígenas o personas de color, instituyendo un nuevo comité de accesibilidad en todo el campus y convirtiendo el Workforce Development Hub en Central Falls en un centro de mando para COVID- 19 en la ciudad. Estos son solo algunos ejemplos innovadores que están alistando el camino hacia un futuro audaz para Rhode Island College, a pesar de los desafíos que enfrentamos.

Finalmente, la tercera razón por la cual la universidad estará a la altura del desafío es porque estamos unidos en nuestro compromiso con el éxito de RIC.

Sin lugar a dudas, estos últimos meses han sido una verdadera prueba de la determinación de la comunidad universitaria. Frente a tiempos sin precedentes, incluida la pandemia, la agitación política y económica y las injusticias sociales, hemos estado a la altura, unidos en nuestro compromiso con RIC y el increíble papel que juega para cambiar vidas y hacer avanzar al estado.

Durante sus 166 años de existencia, esta universidad ha visto y superado una gran cantidad de desafíos. Hemos superado guerras mundiales, una gran depresión y sí, incluso la primera pandemia a principios del siglo XX. Todas y cada una de esas veces, la universidad y su comunidad de estudiantes, profesores, personal, ex alumnos y amigos han respondido haciendo exactamente lo que estamos haciendo hoy ... tomando medidas, juntos.

Una y otra vez, RIC ha demostrado lo resistente, audaz y unido que puede ser en tiempos de inmensa presión y dificultad. No hay duda de que estos son tiempos inciertos, sin embargo, existe la certeza de su recuperación; su viabilidad y futuro permanecen firmes, intactos y con visión del mañana.

Después de este último año, estoy más convencido que nunca, de que aquello que ha permitido a nuestra comunidad prosperar a pesar de obstáculos importantes, ha sido nuestra capacidad para unirnos en torno al sentimiento de pertenencia que tenemos de nuestra universidad. Este apasionado compromiso nos impulsa, conecta y propicia un espacio para que se escuchen diferentes perspectivas, ideas y soluciones.

Este compromiso unificado motiva a estudiantes como Sondra Bouchard (Boo shard), quien trabaja en primera línea como estudiante de pasantía en condición de enfermera en el Hospital de Rhode Island (RIH).

Que también ha inspirado a profesores como Charlie McLaughlin, que investigó y desarrolló un proceso para fabricar protectores faciales para los trabajadores de salud en primera línea.

Y además ha impulsado a ex alumnos de RIC como Randia Dickerson, egresada de pregrado y maestría, quien se preocupa y educa a personas con retraso en su desarrollo y con graves discapacidades de aprendizaje.

Estos pocos ejemplos representan a las decenas de miles que poseen un consolidado compromiso con nuestra universidad y están llevando a cabo medidas inspiradoras; un compromiso que no ha declinado durante los últimos 166 años y no declinará ahora, puesto que una vez más enfrentamos estas dificultades juntos y avanzamos hacia un futuro de manera colectiva.

En los meses y años venideros, nuestro éxito estará definido por nuestra capacidad para cumplir con la misión universitaria. Para lograrlo, incluso en medio de un momento fiscal desafiante, debemos realizar inversiones estratégicas para fortalecer la academia y ofrecer programas académicos de alta calidad.

Deben realizarse inversiones reales para superar la inequidad institucionalizada y brindar oportunidades a las comunidades que tradicionalmente han estado subrepresentadas. Basándome en el pilar estratégico de excelencia inclusiva de la universidad, me enorgullece anunciar el lanzamiento de la campaña anual de donaciones “FUTURE is BOLD” (el futuro es audaz) dirigida por la Fundación de RIC. Una iniciativa que apoyará a las comunidades subrepresentadas con becas, auxilios para profesores y fondos de emergencia para los estudiantes. Como universidad, debemos volver a comprometernos a apoyar la reincorporación a la educación y la prosperidad económica tanto de estudiantes como educadores subrepresentados, y poner ese soporte en acción. Les agradezco unirse a mí para apoyar con VALOR nuestro futuro.

A medida que gestionamos los desafíos financieros que se van presentando, no podemos parar el camino hacia la excelencia. En cambio, nuestro compromiso nos unirá para tomar decisiones presupuestarias importantes mientras fortalecemos nuestros sistemas de gobernabilidad común y construimos relaciones sostenibles que generarán respeto, confianza y transparencia. Doy mi palabra en nombre de la administración y espero que nuestro liderazgo académico colabore con la rectora Tate para fortalecer nuestros procesos gubernamentales.

Para terminar, el estado actual de Rhode Island College es resistente, intrépido y comparte un compromiso consolidado con su éxito. Durante más de siglo y medio, esta comunidad ha superado reiteradamente desafíos, dificultades y trastornos ambientales. Si nuestra respuesta a los desafíos pasados ​​y actuales es un indicio de nuestro futuro, entonces tengan la plena seguridad de que habrá décadas por venir.

Terminaré dando las gracias a las innumerables personas que se han unido a los diferentes comités, grupos de trabajo y equipos de respuesta.

También estoy agradecido con aquellos que ofrecieron palabras de aliento, comentarios constructivos e ideas enfocadas en nuestro futuro. Su energía es contagiosa, inspiradora y bienvenida.

Gracias a todos por lo que hacen en apoyo de Rhode Island College.

Ustedes han marcado la diferencia en nuestro éxito y les deseo todo lo mejor para el año académico 2021. Mil gracias.

Page last updated: October 01, 2020